La vida en serie

Hace un rato fui a hacer dormir y Cande. Ella y yo, siempre miramos un poco de tele antes de irnos a dormir, y mientras hacía zapping emcontré en TELEFE el último capítulo de Los simuladores. Alta sorpresa fue darme cuenta que a Ravena, Lampone, Santos y Medina, los tenia guardados en un rincón del corazón.
En los ultimos 7 años, yo he seguido muchas series, Expedientes X, Voyager, Enterprise, y la última Héroes.
Me encantan las series, me permiten meterme en un mundo en el que por un rato me olvido de todo y me siento parte. En cada entrega, conozco a los personajes, me encariño, por momento los detesto, y sin embargo puedo entender sus reacciones.

A todo esto, dos cosas:
quiero la segunda temporada de Héroes ya!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

siemrpe quise tener un arpa.

desaparecen

La fragilidad del presente

Vivimos en un mundo donde, como dijo un conocido, "todo lo sólido se desvanece en el aire" o como dice Bauman: se volvió líquido. Es decir, amorfo, o mejor dicho, polimórfico. Porque lo líquido tiene la propiedad de tomar la forma que lo contiene, y no está mal eso.
Sólo que a veces las cosas vienen de una forma que no nos gusta, que no logramos entender o que simplemente cambia a cada rato.
Pero es así.
Y repito, no está mal.
El desafío consiste, creo, en asumir esa fragilidad, que de hecho siempre estuvo. ¿O acaso el para toda la vida realmente es así?
Por mi parte no creo en eso. Yo no soy la misma de hace 6 meses, ni creo que vaya a serlo dentro de otros 6 meses más. Y por suerte los otros tampoco serán los mismo.
No discuto la idea de que la previsibilidad es tranquilizadora, pero también es pesada.
Por suerte la fragilidad del presente siempre nos permite creer que se puede volver. Podemos repetir muchas cosas, de las buenas y de las no tan buenas.
Justo ayer me quedé pensando en algo que leí, del señor Bauman también.
Bauman nos enseña que hay dos momentos a los que no podemos volver, es decir, que no podemos repetir: el nacimiento y la muerte. Eso pasa sólo una vez y para siempre.
El resto son momento cambiantes. Frágiles.
Y está bien que sea así.

Sigo sin saber que hacer conmigo

Que si vengo que no voy que si estoy que me pierdo...
Malo si sí, malo si no, ni preguntes, ya no soy yo, fuera de mi es que me tienes.

Candela, Renata y yo